Las coordenadas de este suntuoso y exquisito hotel de gran lujo nos llevan hasta el cabo de Antibes, en pleno corazón de la Côte d’Azur, en la Riviera Francesa, a medio camino entre Niza y Cannes. Todo empezó en la antigua ciudad fortificada de Antibes convertida hoy en el animado y bohemio municipio de Juan-les-Pins. Se mire por donde se mire, todo aquí es lujo, y buen gusto. Ideado a mediados del siglo XIX como un exclusivo refugio para artistas y escritores gracias a la mente visionaria de Hyppolite de Villemessant —periodista francés y fundador de Le Figaro—, sumergirse en el libro de visitas de este gran hotel es hacerlo en la fascinante historia chic de los últimos 152 años. Hemingway, Zweig o Scott Fitzgerald —que escribió aquí ‘Suave es la noche’ inspirándose en el propio hotel— fueron los primeros en tomar posesión de este enclave privilegiado que huele a Mediterráneo —gracias a los pinos, cedros, palmeras y una deliciosa selva de plantas aromáticas— y que sabe al mejor savoir faire francés: buen gusto, elegancia y un je ne sais quoi flotan en el aire y transmiten protección y distinción a partes iguales.
Después vendrían artistas de la talla de Chagall, Monet o Picasso, que no desaprovechó sus estancias en el hotel para dar rienda suelta a su vertiente como pintor de platos y otras piezas de cerámica que cocía y horneaba en la vecina localidad de Vallauris. Ese mismo horno, —propiedad hoy de la ceramista Agnes Sandahl que provee al Cap-Eden-Roc de una vajilla de lo más exquisita y exclusiva: ninguna pieza es igual que otra. La historia de este resort es también la historia del cine de los últimos 75 años, los mismos que acaba de alcanzar el celebérrimo Festival de Cine de Cannes. Las grandes fiestas de Cannes no se celebran en Cannes, se celebran en el Cap-Eden-Roc, ya que las cuatro más grandes distribuidoras americanas reservan con años el 25 porciento del hotel para sus estrellas, productores y directivos. Nadie en Cap d’Antibes sabe quién va a inundar el hotel con su su capacidad de fascinación hasta 48 horas antes del comienzo del festival. Porque en este edén son muchas las ventajas y garantías que disfrutan sus ilustres huéspedes, empezando por la más importante: la discreción.
Coincidiendo con Cannes, la Côte d’Azur celebra también en el Cap-Eden-Roc, el que probablemente sea su evento más fascinante, con permiso de Alberto de Mónaco y su ilustre Principado: la gala amfAR, la que más fondos recauda a favor de la lucha contra el sida. Una superalfombra roja que se apodera de todo el paseo principal del jardín del Cap- Eden-Roc y que se ha ganado el sobrenombre de la fiesta de los vestizados. Este evento social, especialmente deslumbrante, ha contribuido a recaudar más de 245 millones de dólares para salvar vidas y que este año ha contado con un anfitrión de excepción, su excelencia Robert De Niro, y tres estrellas especialmente energéticas dispuestas a disparar los biorritmos del personal: Christina Aguilera, Ricky Martin y Charli XCX.
Acceder a una silla de la gala amfAR rondaentre los 17 mil dólares de la entrada ‘sencilla’ y los 44 mil dólares de las mesas preferentes, las más próximas al escenario. Si eres de esos afortunados a los que les sobra el dinero, aún puedes mejorar tu apuesta desembolsando los 440.000 dólares de la mesa preferente en la que podrán acompañarte tus doce mejores y muy afortunados amigos.
Entre los escandalosamente ricos de esta gala amfAR encontramos a Mohammed Al-Turki, productor de cine y filántropo; Milla Jovovich y su hija Ever Anderson; Sam Bankman-Fried, multimillonario estadounidense creador de una boyante casa de cambio de criptomonedas; loscantantes Julian Lennon y Cynthia Erivo; el millonario productor Milutin Gatsby; los actores Tom Hanks, Kate Hudson, Laura Linney, Eva Longoria y Michelle Williams; o al director australiano Baz Luhrmann, que llegó hasta esta gala con el maravilloso sabor de boca que provocó el éxito cosechado el año pasado en Cannes con Elvis. En otras palabras, la crónica de la gala amfAR nada tiene que envidiar a la de los Premios Oscar.
Pero volvamos a las historias y las ilustres presencias que han dado forma a este exquisito hotel, estilo Napoleón III, con nueve hectáreas de terreno, acceso directo al mar y una deliciosa piscina de agua salada climatizada —dispuesta sobre una terraza de roca a tres metros del Mediterráneo—. Como no podía ser de otra forma, el Hotel du Cap-Eden-Roc cuenta con su propia flota de lanchas Riva con las que conquistar esta privilegiada Riviera, de Saint-Tropez a San Remo. Madonna, Sharon Stone, Barbra Streisand, Robert Redford, Antonio Banderas, Harrison Ford, Arnold Schwarzenegger, Clint Eastwood, Natalie Portman o Steven Spielberg son algunos de sus incondicionales contemporáneos que las han disfrutado de los privilegios de este edén único.
Una ilustre lista en la que el pasado importa, y mucho, ya que las paredes hablan y recuerdan el paso y las ilustres visitas de Very Important People como los duques de Windsor, el clan Kennedy completo —con un jovencísimo JFK rodeado de sus padres y hermanos—, Marlene Dietrich, Gary Cooper, Rita Hayworth, Orson Welles, Romy Scheneider, Kirk Douglas o Rock Hudson. También el Cap-Eden-Roc funciona perfectamente como nido de amor como comprobaron parejas míticas como las formadas por John Lennon y Yoko Ono, Serge Gainsbourg y Jane Birkin o Elizabeth Taylor y Richard Burton celebrando alguna de sus muchas lunas de miel tras alguna de sus muy intempestivas y sonadas tormentas.
Desde 2019, el Hotel du Cap-Eden-Roc cuenta con el chef Eric Frechon como consultor gastronómico. Con tres estrellas Michelin conseguidas en Le Bristol de París, Frechon trabaja mano a mano con el equipo del Cap-Eden-Roc para ofrecer una carta mediterránea y provenzal en todos los restaurantes del hotel que, en sí misma, es toda una experiencia elevada, muy elevada. Artistas, fotógrafos, escritores, políticos y la mayor parte de los royals de Europa ya han disfrutado del Hotel du Cap-Eden-Roc. Ahora solo faltas tú.