Sócrates sostenía que era una verdadera pena envejecer sin explorar la maravilla y potencia que reside en nuestros cuerpos. Pero hay atletas que nos muestran que es posible redescubrir esta belleza a través del deporte. Los límites a los que llevan su físico nos conducen a reconciliarnos, como diría David Foster Wallace, con el hecho de tener un cuerpo, al recordarnos hasta dónde es posible llegar.

Este es el caso de Mar del Valle, una atleta potosina que ha emergido como una figura inspiradora, no solo en su estado, sino en todo México —cuenta con 100 mil seguidores en Instagram—. Su notoriedad se debe a su experiencia como Ironman, posiblemente la competencia deportiva más exigente física y mentalmente en el mundo. Esta incluye, por lo general, 3.86 km de natación en mar abierto, 180 km de ciclismo con ascensos y descensos, y 42.2 km de carrera a pie. 

El más reciente logro de Mar del Valle en esta travesía triatlética, que comenzó cuando apenas tenía ocho años, es su participación en el Campeonato del Mundo de Ironman Kona 2023, celebrado en Hawái y considerado, por unanimidad, el más desafiante del circuito.

“Lo que lo hace particularmente desafiante es el clima muy seco de Hawái. Además, la mayoría de los eventos Ironman suelen tener rutas con varias vueltas para que puedas ver a tus familiares, pero en Kona, de manera intencionada o no, diseñan una vuelta de ciclismo de 180 kilómetros con muchísimas subidas y una vuelta de maratón. Te encuentras prácticamente sola durante gran parte de la competición, sin porra, lo que añade una carga mental adicional. El evento requiere una estrategia muy bien planificada debido a su intensidad”, explica.

La potosina terminó el certamen en aproximadamente once horas 40 minutos. Pese a disfrutar más la bicicleta y la carrera en los entrenamientos, señala que se desempeña mejor en el nado, puesto que tiene un buen sentido de la ubicación en el mar. 

Los entrenamientos necesarios para competir en un Ironman son extenuantes y requieren una disciplina sumamente rigurosa, que habitualmente viene acompañada de sacrificios. Sin embargo, todo se vuelve más llevadero cuando se trata de la pasión de una persona.

“Para que a las personas no les resulte tan difícil, primero es necesario descubrir algo que les apasione, de modo que cada día se levanten con alegría para realizar lo que aman. Luego es fundamental integrarlo en su rutina diaria, ya que, obviamente, se pueden atravesar distintas etapas en la vida, como estar estudiando o trabajando. Por lo tanto, se trata de incorporar esa pasión a la cotidianidad y transformarla en un estilo de vida”, detalla la deportista.

Preparación para un Ironman: un camino complejo

En la preparación para un Ironman, los tres meses previos son críticos, con un aumento significativo en la carga de entrenamiento. La rutina semanal de Mar del Valle incluye sesiones de dos a tres horas al día, divididas entre intensas mañanas de carrera o ciclismo y tardes de natación o fuerza.

Los fines de semana se centran en entrenamientos específicos, con sábados dedicados al crucial «brick workout», que implica una transición rápida entre largos períodos de ciclismo y carrera. Este componente es esencial para acostumbrar al cuerpo a diferentes condiciones y evaluar aspectos como la nutrición, intensidades, adaptación al calor, etcétera.

“El brick más extenso que realicé para Kona duró ocho horas, con seis horas de ciclismo seguidas de dos horas de carrera sin parar. Esta sesión es más dura mental que físicamente”, sostiene la triatleta.

Mar del Valle confiesa que no recuerda con exactitud el momento en que cruzó la meta de Kona, concretando un sueño que albergaba desde hace años. Varios expertos en psicología y neurología han explicado que, en instantes de gran júbilo, la amnesia momentánea, lejos de señalar un problema de memoria, constituye un tributo a estar plenamente presente y disfrutar el momento.

Pese a su juventud, la deportista hace retrospectiva de todo el viaje recorrido. Al reflexionar sobre las figuras que la han inspirado a seguir este camino vital, no duda en agradecer el ejemplo de sus padres: «Me inculcaron la pasión por el deporte y su forma de ver la vida ha influido en mí, con la idea de nunca rendirme«, señala.

Así como ellos sembraron la mentalidad de superar sus límites, Mar del Valle aspira a ser fuente de inspiración para las demás personas. 

“Me gustaría ser recordada como una mujer que inspiró a más personas a perseguir sus sueños, ya sea en el ámbito deportivo o en cualquier pasatiempo que descubran. Además, me gustaría motivar a otros a adoptar un estilo de vida saludable, reconociendo el impacto positivo que el deporte puede tener tanto física como mentalmente. Aspiraría a ser recordada como una mujer que luchó por sus propios sueños y motivó a otros a cumplir los suyos”, finaliza Mar del Valle.