¿La nieve? Mucho más que una pasión. La nieve para Remo Ruffini significa volver a ser niño. “Desde Como, donde nací y crecí, ir a esquiar a localidades como Piani di Bobbio o a Lanzo d’Intelvi, en el Norte de la región de Lombardía, era algo natural. Me despertaba y miraba a los picos nevados: mi entorno es la montaña”. Hoy, disfruta de audaces descensos en el Diavolezza, en el valle de Engadina, en Suiza; en Jackson Hole, en Estados Unidos, donde prueba la nieve de los vaqueros estadounidenses; entre los escenarios de los Dolomitas, en Alta Badia, en la región de Trentino Alto-Adige; y hasta en los picos más difíciles de los Trois Vallées, los 600 kilómetros de pistas del Saboya francés.
Pero el amor por las montañas sigue siendo el mismo que el de un niño que esquiaba con vista al lago, en la provincia de Como. Remo Ruffini, presidente y CEO de Moncler, una marca que adquirió en 2003, cotizó en 2013 y relanzó y reinventó a lo largo de 20 años, cuenta a Gentleman su auténtico vínculo con las montañas y la historia de la marca nacida en Francia, en Grenoble, en 1952.
Comencemos con esta imágen que ha tomado con su equipo en la zona de Diavolezza. Y de su mantra: ‘energía.’ ¿Cuál es la energía de la montaña?
Ir a las montañas para mí significa escapar del ritmo agitado de la ciudad y reconectarse con la naturaleza. No puedes soñar cuando estás sin aliento y presionado por el tiempo. Aquí me concentro, dejo fluir los pensamientos, encuentro mis fuentes de inspiración y puedo afirmar que algunas de mis mejores ideas nacieron observando a los árboles. Al igual que Human Forest, el evento que organizamos en Nueva York en 2013: un bosque humano con 370 personas vestidas con la colección Grenoble en todas las tonalidades de verde.
Cuando, hace 20 años, se enfrentó a la oportunidad de relevar a Moncler, se enfrentó a…
…A un sueño en el cajón. A la marca que siempre había conocido, la marca de cuando era niño. A un ícono, que en ese momento no tenía la consideración correcta. Pero sabía que podía convertirse en un proyecto ganador.
Después de los éxitos de Moncler Genius, con las colaboraciones de moda, y la línea principal o más clásica, quiere devolver a Grenoble al centro de la atención. ¿Se trata de una vuelta a los orígenes, es decir, a la montaña en el sentido más puro y al deporte activo?
A las raíces de la marca y al deporte activo, y no solo para el invierno. Yo también he aprendido a conocer y apreciar a la montaña en verano, lo que significa senderismo, largas caminatas, ciclismo, trekking… Actividades que requieren prendas de alto rendimiento, que concentramos en Grenoble. Es precisamente por esta razón que es la línea que más me importa, porque refleja la auténtica vocación de Moncler y la mirada hacia el futuro.
Lanzamos Grenoble en 2010, imaginándola como la expresión más fuerte de nuestras raíces e historia, con un enfoque exasperado en innovación y rendimiento. A principios de los años cincuenta, Moncler producía sacos de dormir acolchados y abrigos de plumas para proteger a los trabajadores en sus actividades en montaña, mientras que en 1968 fue el uniforme del equipo francés de esquí que participó en los Juegos Olímpicos de invierno en Grenoble. La ropa técnica es el origen más auténtico de la marca.
La vida en la naturaleza. La bicicleta, los paseos en altura y muchas otras pasiones, que han detonado tras la parada forzada de la pandemia, son un mercado importante que crece en cifras de dos dígitos para las marcas de active outdoor. ¿Se está enfocando también en estos nuevos estilos de vida para el futuro de Moncler?
La pandemia ha traído cambios significativos en la forma en que trabajamos, compramos, jugamos y vivimos el ocio. Incluso el lujo hoy adquiere nuevos significados. No basta con comprar, también debes vivir la experiencia que te ofrece lo que compras. Estos nuevos estilos de vida representan nuevas oportunidades para una marca como Moncler, que tiene su fuerza en el diseño, pero también en el rendimiento y la investigación tecnológica de los materiales.
¿Qué es la elegancia para usted?
Ser fieles a uno mismo. No seguir las tendencias.
¿Quiénes son los modelos que la inspiran?
Gianni Agnelli es por excelencia el símbolo de la elegancia italiana. Julian Schnabel, el creativo más versátil que conozco, es, sin duda, quien tiene el sentido del color más marcado y una ironía única en la forma de vestir.
Este año ha festejado los 70 años de Moncler. Y en 2023 se cumplirán 20 años desde que ha tomado la riendas de la empresa y diez desde que cotizó en la bolsa. ¿Hacia dónde quiere llevar la empresa?
Lo que me gustaría lo resumiré en una expresión: beyond fashion, beyond luxury, más allá de la moda, más allá del lujo. El Covid ha acelerado un sentimiento que en parte ya estaba presente y una revolución cultural: la búsqueda de experiencias auténticas, sentirse parte de una comunidad. Hoy es necesario saber cómo inspirar en esta dirección para tener éxito.
Dijo que el mejor consejo que ha recibido es: cuida la marca, no sigas las ventas y los ingresos…
Un consejo, que se ha convertido en un mantra. Siempre digo que el mayor accionista de Moncler son sus consumidores. Desde el primer día traté de construir una marca fuerte e invertí en calidad y creatividad, siguiendo un camino de reposicionamiento que ha involucrado a toda la empresa, desde la producción hasta la distribución, pasando por la comunicación.
¿Ningún compromiso nunca?
No, nunca hice concesiones para salvar hoy lo que podría dañar mañana a la marca. ¿Si siempre ha sido fácil? No, pero debemos mirar siempre a largo plazo.