¿Qué representa la piñata en las posadas?

Cada año, durante la temporada navideña, en México se realizan las tradicionales posadas. Las posadas son reuniones entre amigos, compañeros y familiares para celebrar la Navidad y el Fin de Año, y durante las mismas se entregan “bolos”, se rompe una piñata, se cantan canciones y villancicos y se hacen intercambios.

Las posadas simbolizan la peregrinación de la Sagrada Familia en busca de alojamiento, y son una tradición que se remonta a la época colonial. Por este motivo, durante esta festividad se fusionan elementos indígenas y españoles, que hasta el día de hoy pueden verse reflejados.

¿Qué representa la piñata de las posadas?

Uno de los elementos más importantes de las posadas, y muchas otras fiestas en México, es la piñata. Originalmente están hechas de barro y durante esta época se rellenan con frutas de temporada como tejocote, jicama, lima, caña de azúcar, mandarina, naranja, cacahuates y otros dulces.

Esta tradición llegó a México en el siglo 1586, cuando los frailes agustinos de Acolman de Nezahualcóyotl, en el Estado de México, recibieron la autorización del Papa para celebrar las “misas de aguinaldo”, hoy conocidas como posadas.

Inicialmente, las misas buscaban evangelizar a los indígenas sobre la Navidad y su significado; así como los valores cristianos. Por este motivo, la piñata original de las posadas era una olla de barro, a la que se le agregaban cintas de colores, para hacerla vistosa y representar los placeres superfluos.

Además, a esta se le añaden siete picos, que simbolizan los pecados capitales, los cuales deben ser destruidos con los ojos vendados, haciendo alusión a que la fe es ciega.

El palo con el que se rompe la piñata representa la virtud terminando con las tentaciones y los caramelos y otras golosinas dentro de la piñata representan las riquezas del reino de los cielos. Así pues, este elemento en las posadas es una manera de ilustrar que con fe y virtud es posible vencer al pecado y obtener las recompensas del cielo.