El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), a partir de una metodología que vincula dos enfoques (el del bienestar económico y el de los derechos sociales), dispone de una aproximación conceptualmente sólida al problema de la multidimensionalidad de la pobreza.

Se reconoce que la población pobre padece insuficiencia de recursos económicos y, al mismo tiempo, se ve vulnerada en el ejercicio de sus derechos fundamentales debido a la falta de acceso a la alimentación, la salud, la educación, la seguridad social o a una vivienda digna.

A partir de esto, es posible transitar hacia un esquema de desarrollo social integral, fundamentado en un enfoque de derechos, y dar seguimiento a distintas dimensiones que inciden en el desarrollo social y humano —y que guían la generación de políticas públicas en favor de la plena inclusión social universal—.

En Aguascalientes y en el país, el principal reto a vencer respecto a los indicadores de pobreza multidimensional es el acceso a la seguridad social. Uno de cada dos mexicanos y uno de cada tres aguascalentenses carecen de él. Esta carencia es seguida por el acceso a los servicios de salud: cuatro de cada diez mexicanos y uno de cada cuatro hidrocálidos carecen también de este básico acceso.

A partir de la pandemia, el rezago educativo ha seguido avanzando: 19.4% de los mexicanos se encuentra en esta situación, lo que representa casi la quinta parte, por un 16.5% de quienes habitan Aguascalientes. Este es un reto ineludible si se quiere reactivar la movilidad social en las entidades del país; lo que resulta difícil si el 18.2% de los habitantes del país, y el 15.6% en el caso de Aguascalientes, carecen de acceso a una alimentación nutritiva y de calidad.

Finalmente vienen la calidad y espacios en la vivienda, así como el acceso a los servicios básicos (luz, agua, y drenaje). Aún una de cada diez familias mexicanas no cuenta con los espacios pertinentes en su casa para vivir adecuadamente, e incluso más del 17% carece de acceso a los servicios básicos en su vivienda. En Aguascalientes, al 4.7% de los hogares les faltan espacios de calidad; las carencias de servicios son mucho menores que los del promedio nacional (2.5% del total).

De hecho, el cálculo sobre rezago habitacional de la Comisión Nacional de Vivienda (CONAVI) le confiere a Aguascalientes el primer lugar nacional en materia de porcentaje de viviendas en condiciones de rezago (con solo el 4.9%).

Dicha cifra es retirada del 24.4% nacional —y de los estados del vecindario regional integrado por San Luis Potosí, Zacatecas, Guanajuato, Querétaro y Jalisco que cuentan con 22, 17, 14, 12 y 10% de rezago habitacional—, ocupando desde el 4° hasta el 22° entre las entidades del país en la materia. Es interesante señalar que los estados con menor rezago habitacional han estado bajando su aprobación por AMLO.

Con estos indicadores, CONEVAL calcula que el porcentaje de mexicanos que vive en la pobreza a nivel nacional asciende al 36.3%; de los cuales, el 29.3% la experimenta de manera moderada y 7.1 la padece en forma extrema. Los números para Aguascalientes son de menor escala por 23.8; 22 y 1.8% respectivamente.

Así, la pobreza es un fenómeno multidimensional que comprende aspectos relacionados con las condiciones de vida que vulneran la dignidad de las personas, limitan sus derechos y libertades fundamentales, impiden la satisfacción de sus necesidades básicas e imposibilitan su plena integración social.

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