Mujeres en la ciencia: Thalía Harmony Baillet y el neurodesarrollo


Aunque hay un avance en la incursión de las mujeres en la ciencia y la tecnología en México,  hasta el 2018, solo representaban el 37% de los integrantes del Sistema Nacional de Investigadores de México, según reveló el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la UNAM.

En febrero, en el marco de la celebración del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia conmemorado el día 11, Thalía Harmony Baillet, investigadora mexicana emérita, recalca la necesidad de que las niñas sigan sus estudios iniciales y puedan cursar la educación universitaria; una formación necesaria para desarrollar, a futuro, investigaciones científicas. 

Las investigaciones de Harmony Baillet se han concretado en la creación de la Unidad de Investigación en Neurodesarrollo en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), campus Juriquilla. Este laboratorio multidisciplinario es único en el mundo y está ubicado en Querétaro, donde se realiza el diagnóstico y la neurohabilitación temprana en recién nacidos que han estado expuestos a factores de riesgo de daño cerebral durante la gestación y después del parto. 

El trabajo de esta unidad se basa en uno de los resultados más destacados de la investigadora mexicana, y que señala que si bien existen riesgos biológicos que pueden provocar lesiones cerebrales en los recién nacidos y lactantes, también es posible prevenir sus secuelas o revertirlas, gracias a la plasticidad del sistema nervioso.

Además de encabezar los trabajos de la unidad y ser investigadora nacional emérita por el Sistema Nacional de Investigadores (SNI), Harmony Baillet también ha fue reconocida en el 2015 con el premio Alejandrina, por su trayectoria en la investigación y docencia, además de obtener la presea José Ma. Vértiz Delgado. 

Asimismo, obtuvo el grado de doctora en ciencias por el Centro Nacional de Investigaciones Científicas en Cuba; país en el que vivió con su esposo y sus hijas, luego de recibir una invitación del Gobierno Cubano Revolucionario. 

En la isla, expone, fue la responsable del laboratorio de Neurofisiología en donde, con un grupo de alumnos, trabajaron en un proyecto para analizar electroencefalogramas, pero sin la necesidad de requerir equipos costosos, debido a las complicaciones económicas que enfrentaba Cuba por el bloqueo económico. 

Me fui con mi esposo, que también era un investigador,  Antonio Fernández Bouzas, y mis dos hijos chiquitos. Mi hija de tres años, un bebé de cuatro meses. Allí formé parte de crear y organizar la Facultad de Medicina de la Universidad de Oriente y empecé a trabajar también en el Hospital Provincial”, expone.

Al regresar a México, Harmony Baillet también laboró como docente y encargada del laboratorio de neurometría durante 17 años en la Facultad de Estudios Superiores Iztacala

Las investigaciones y descubrimientos científicos sobre los factores de riesgo en el desarrollo de los niños que realizó Harmony Baillet en Cuba pudo continuarlos en México. Uno de los proyectos que le ayudó a comprobar su hipótesis sobre este tema fue la aplicación de un estudio en poblaciones que no sabían leer, ni escribir de Morelos. la Ciudad de México, Toluca y Caracas, Venezuela. 

Esta investigación reiteró que no solo había factores biológicos que generaban lesiones cerebrales, sino también sociales como la pobreza y la marginación. 

“Esta situación nos demostró que los factores socio ambientales y culturales eran más fuertes que los factores biológicos (…) la pobreza es lo primero, porque implica una situación de calidad de vida tremenda en cuanto a condiciones, incluso sanitarias”, advirtió. 

A raíz de este descubrimiento, Harmony Baillet ha estudiado los factores biológicos prenatales y perinatales de riesgo para el daño cerebral y logró gestionar un equipo de resonancia  magnética y así creó la Unidad de Resonancia Magnética del Instituto de Neurobiología. 

“Tenemos la demostración de que los factores de riesgo prenatales y perinatales producen daños cerebrales, pues en el 80% de los niños hay alteraciones estructurales del cerebro. Este es un problema muy grave en el país, porque en realidad no se hace nada y no solamente en México, sino en ninguna parte del mundo, se toman en cuenta estos factores de riesgo”, lamentó. 

Foto de Paulina Rosales

Expuso que en el trabajo que se realiza en la Unidad, se ha logrado que la mayoría de los niños que tenían lesiones cerebrales, terminen a los nueve años con una actividad neurológica normal tanto en los aspectos motrices, como cognitivos y sensoriales. 

Desde el 2005, la Unidad ha atendido a mil 600 niños con lesiones cerebrales. Harmony Baillet estimó que con la intervención temprana, el 15% quedan con una secuela neurológica ligera que se trabaja con rehabilitación posterior. Mientras que solo en un 5% de los niños, y que presentan lesiones extraordinariamente graves, se complica sacarlos adelante. 

“Es un gran avance”, abundó. 

Sin embargo, Harmoney Baillet externó su preocupación por la falta de prioridad a estas investigaciones y la falta de recurso para continuarlas. La investigadora subraya la importancia de seguir estudiando y apoyando en el tratamiento a los niños que presentan lesiones cerebrales, pues esto ha ocasionado que el 16% de las personas que viven con alguna discapacidad, hayan sufrido problemas alrededor del riesgo de parto.





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