Acaba de llegar de Nueva York donde participó en el evento en el que Montblanc unió libros con glamour a propósito de su nueva campaña mundial El Espíritu de la biblioteca: capítulos de todo el mundo. Ahí compartió esta experiencia dedicada al espíritu de la biblioteca de Montblanc con actores de la talla de Adrien Brody, Chloë Sevigny, Peggy Gou, Stella Maxwell y Penn Badgley por mencionar algunos de los invitados que pudieron admirar novedades como: la mochila Montblanc Extreme 3.0 con hebilla M Lock 4810 en color hierro forjado o el reloj Montblanc 1858 Iced Sea con esfera gris o o los nuevos auriculares de tapón Montblanc MTB 03, sólo por mencionar algunas.
Gonzalo se muestra satisfecho por la exitosa temporada que está viviendo, “Es un año de sueño para todo actor. Trabajar de enero a diciembre en tres diferentes proyectos, es una bendición. Cuando acabé El buen divorcio comencé grabaciones para la serie La lola de la plataforma Vix, y unos meses más tarde el proyecto de la novela Golpe de suerte”. Relata.
Gonzalo se desempeña de manera extraordinaria en todos los escenarios, mismos que maneja de manera exitosa. Teatro, cine, televisión, él nos lo confirma, “son diferentes géneros, diferentes maneras de actuar, es desgastante. Por ejemplo, la televisión te exige alrededor de 30 escenas diarias y 12 horas cada día de rodaje, las series de streaming son 10 escenas y en cine unas 6 escenas diarias. Me gusta si puedo diversificar mi trabajo en cine, televisión, streaming o teatro, es muy interesante. No me caso con ninguno y tienes un rango de público más diverso”, señala.
Reconocido por el público mexicano y la industria audiovisual confiesa que, “Son muchos años en esta carrera, es una profesión compleja, de pronto tienes mucho trabajo, te va muy bien, como de repente no hay nada. Siempre he dicho que esta carrera es de persistencia, además de talento, nunca quitar el dedo del renglón y seguir preparándose. No parar”, comenta con la mirada puesta sobre una pluma fineliner Montblanc StarWalker Space- Blue, localizada en el escritorio de la biblioteca.
García Vivanco es una persona muy aventurera, le gusta escaparse entre rodaje y rodaje. Nos muestra su versión en tres dimensiones, tierra, mar y aire, donde deja volar su espíritu. Ha recorrido Asia, Europa, América, sin duda un gran viajero. “Me gusta ir por todos lados, soy aventurero. Me encanta conocer otras culturas, tener nuevas experiencias, subir una montaña, bucear, hacer trekking. Viajar a lo más remoto del mundo”. Se entusiasma.
En mar también se aventura a las profundidades, “He estado en las islas de Revillagigedo, un archipiélago asombroso. Tuve la experiencia de conocer al tiburón tigre, tiburón ballena, tiburón martillo, tiburón de punta blanca de arrecife. Una de las experiencias más enriquecedoras que he tenido en mi vida, un lugar sumamente hermoso. También viaje a ver las auroras boreales a la ciudad más al norte de Canadá, un lugar inhóspito. Llegamos en una avioneta que nos dejó en medio de la nada y acampamos ahí, me gustan esas aventuras, cosas distintas. Ahora deseo conocer a los gorilas en África”.
A su faceta de aventurero suma sus habilidades manuales “Me gusta mucho si me ponen en el campo, disfruto con el trabajo, es parte del deber del actor aprender a hacer un poco de todo, si me toca ser un carpintero, debo estar preparado. Me gusta trabajar con la gente del campo, la gente del campo se conecta desde otro punto de vista y con los hombres de rancho se aprende otra visión”. Afirma.
Tuvo una infancia en Andalucía con sus hermanos de la que guarda un buen recuerdo “A mí Sevilla me marcó. Mi amor hacia España viene de ahí. Yo tenía 10 años cuando se realizó Expo Sevilla 92. Vivir a esa edad en el barrio más auténtico de Sevilla, Santa Cruz. Podía moverme con toda libertad en la calle, caminar a la tienda, agarrar el autobús. Imagina que yo venía de Guadalajara, tenía un chofer que me llevaba a todos lados, eso me abrió el mundo y después pude recorrer Europa, eso no se olvida”. Sentencia.
A lo largo de su larga carrera se ha metido en la piel de muchos personajes, pero no le acompañan, “creo que es importante cortar, si te llevas los personajes a casa puede ser complejo para la pareja, para la familia, te puedes volver un poco loco. Un maestro dice que es un disfraz que hay que vivirlo, pero dejarlo en el escenario, porque tienes que seguir caminando, pero sí cuando terminó un proyecto el personaje te enriquece, algo te aporta”. Sigue en su año mágico, “Ahora terminé las dos series, y estoy con una telenovela en Televisa, Golpe de Suerte, con un personaje muy complejo y distinto a mí, pero es todo un reto, eso me mantiene vivo y me saca de mi zona de confort”. Dice satisfecho. Cuida su estilo y confiesa “Me gusta mucho la moda, pero no dependo de ella si las cosas no me gustan no las uso, no soy fashion victim, tengo claro lo que me va y lo que no me va. Por ejemplo, en Japón me encantó la cultura de la moda, los tipos de tela, diseños de ropa. Vas absorbiendo y me quedo con lo que va con mi personalidad, no por estar de moda me pongo prendas que no me gustan”.
Rodeado de volúmenes y grandes obras en la biblioteca de Bernardo Gómez Pimienta, nos cuenta, su relación con los libros: “De chico no me gustaba nada leer, mi mamá me daba libros, pero no me enganchaban hasta que me ofreció un libro de piratas de Emilio Salgari, me encantó ese mundo de piratas y aventuras, desde Malasia hasta India. A partir de ahí leí todas las obras y aventuras de Salgari”. Y subraya, “Me encantaría un personaje pirata, ese sería un sueño”. Con Montblanc tiene una excelente relación, acaba de llegar de Nueva York: “Llevo varios años trabajando con la marca, va mucho conmigo, tiene algo de aventura, de moda, de escritura, de relojes, de pieles, es algo orgánico, me siento muy cómodo, y hay una gran relación con ellos”. Dice con orgullo.
“Acabamos de estar en Nueva York con actores de talla internacional, Adrien Brody y figuras muy recocidas a nivel mundial y con el espíritu de los libros como protagonista. A mi juicio las librerías son espacios místicos, solo entrar, oler una librería, ver las texturas, las portadas de los libros, todo eso te transporta a otro tiempo, son lugares mágicos para mí. Puedo pasar horas ahí”. A una isla desierta se llevaría un libro de filosofía para ayudarle a pasar un trance, una novela se la acabaría muy pronto, reflexiona. Afirma Gonzalo “Que las vueltas dan muchos mundos”, su propia versión de la frase: el mundo da muchas vueltas, un claro ejemplo de su personalidad aventurera y por eso le gusta salir de viaje cada vez que termina un rodaje, “Da vida a mi alma, ayuda a reconectar”. Nos devela que “El viaje que más me ha cambiado fue cuando me fui a viajar durante siete meses solo por Myanmar, Tailandia, Camboya, Indonesia, Bali, una experiencia que me marcó totalmente, aprecié la diferencia entre ser turista y viajero, conocer la cultura, platicar con los locales, probar su comida, perderte, encontrar cosas, sin buscar nada específico, no como los turistas que llegan, se hacen una foto y se van”. Ahora proyecta también un viaje a Marruecos, una cultura que le seduce.
Su equipaje suele ser grande para prevenir, pero aprendió en sus viajes por el mundo que con sólo una back pack, una playera, traje de baño y poco más se puede emprender cualquier ruta. Todo un aprendizaje. Con la comida se lleva bien “Vivo solo, así que mi cocina es muy sencilla, no es lo mismo cocinar acompañado de alguien, convivir y platicar. Disfruto que alguien cocine, yo ayudarle y probar todo tipo de cocina, me gusta la comida de todos los pueblos por donde voy”.
Se muestra orgulloso de su origen tapatío, “Siempre mi tequila, mi mariachi y mi gente, una de las partes bonitas de viajar es llevar tu cultura, tu visión del mundo para que también se expanda”. Está satisfecho de los destacados y brillantes profesionales que ofrece Guadalajara en deporte, música, baile, cine, “Hay mucho talento tapatío”. Vienen a su mente nombres como el artista Gonzalo Lebrija, el piloto de autos Sergio “Checo” Pérez, el bailarín Isaac Hernández, el cantante Alejandro Fernández o el cineasta Guillermo del Toro. Son algunos de los nombres que recuerda de manera orgullosa. Antes de despedirnos levantamos una copa de tequila entre libros y le pedimos que haga un brindis: “Por más éxitos y viajes”.