Por: Alejandro Basáñez Loyola
La Huasteca Potosina es una región en el este de la República Mexicana que comprende el norte de Veracruz, el sur de Tamaulipas, el sureste de San Luis Potosí, el norte de Puebla, el este de Hidalgo y, en pequeños tramos, algunas zonas de los estados de Querétaro y Guanajuato.
La gran Tamtoc, dentro de la Huasteca Potosina, es una zona arqueológica donde sobresalen más de 70 estructuras caracterizadas por su forma circular y esquinas redondeadas.
En Tamtoc resalta una gran plaza central, ubicada entre los edificios conocidos como El Cubilete y El Tantoque, de 36 y 21 metros de altura respectivamente. El adelantado urbanismo del sitio, el uso de calendario y la arquitectura destacan el carácter mesoamericano de la cultura que se asentó en este lugar.
Tamtoc fue habitada por la cultura Huasteca Tének, y vivió su apogeo entre los años 900 y 1000 d.C. Se encuentra enclavada en el municipio de Tamuín, San Luis Potosí, a 30 minutos de Ciudad Valles, y a dos horas y media de Tampico, Tamaulipas.
Tamtoc también ofrece al mundo algo notable: el monumento 32, con sus cuatro metros de alto, siete de largo y 30 toneladas de peso. No es sólo la estela labrada más grande de Mesoamérica, sino podría marcar el inicio de lo calendárico en la región huasteca.
Las figuras labradas en la monumental estela muestran a dos mujeres decapitadas de cuyos cuellos escurre sangre que se encuentra con el ombligo del personaje central, un ser extraño (¿un alienígena?) con rasgos masculinos y femeninos (¿un ángel?), y rostro de calavera.
Desde su descubrimiento se ha creído que lo representado en la estela es un calendario que reproduce los ciclos lunares, aunque también se argumenta que fue creada pensando en el movimiento del sol.
La estela más antigua, con un calendario grabado en piedra en Mesoamérica, es la número 13, de Monte Albán, la cual nos remonta al año 594 a.C. La de Tamtoc fue labrada alrededor del año 600 a.C., por lo que estamos ante uno de los primeros registros de calendarios precolombinos —y no sólo entre los huastecos, sino en toda la zona—.
Tamtoc es famosa por los constantes avistamientos, al grado de que, en el mes de octubre, como si fuera una migración de aves, la gente está alerta para ver el paso de los ovnis en los cielos potosinos en crucero hacia el Golfo de México. Estudiosos del fenómeno aseguran que esos objetos lenticulares probablemente viajan hacia alguna base submarina en el Golfo de México, que bien podría ser la de Amupac, frente a la playa de Miramar en Tampico.
Otros argumentan que las luces provienen del cenote ‟El Zacatón”, una maravilla natural ubicada en Aldama, Tamaulipas. Con sus casi 400 metros de profundidad, es conocido como el cenote más profundo del mundo. Se cree que, de algún modo, está conectado con Amupac, pues constantemente se ven salir luces de su interior con dirección al mar.
La profundidad del Zacatón es estimada, ya que nadie jamás ha pisado el fondo. El que más se acercó fue el famoso buceador Jim Bowden, quien en 1994 alcanzó los 282 metros de profundidad y estableció un récord de inmersión al hacerlo. Su mentor y amigo Sheck Exley, al intentar superarlo, murió trágicamente en el intento. Desde entonces, no ha habido nuevos intentos de alcanzar el fondo buceando.
Esta maravilla natural de México ha sido explorada por la NASA. Los norteamericanos realizaron experimentos de inmersión con un pequeño robot submarino apodado “Clementina”. En una de esas inmersiones, el submarino independiente alcanzó los 318 metros de profundidad (lo que se estima es el fondo real del cenote).
“Clementina” logró realizar un mapa en 3D de todo el cenote, recogió muestras de agua y de material biológico; consiguió emerger de nuevo sin ningún golpe o avería. Los científicos estaban temerosos de que el robot acuático se quedara atorado en algún recoveco durante la inmersión y se tuviera que mandar una misión de rescate. Por suerte, el DEPTHX se desenvolvió de maravilla en las oscuras profundidades y retornó con sus muestras sin ningún problema.
Por su magia y sus misterios, tanto Tamtoc, el Cerro del Bernal, como el Zacatón en la Huasteca Potosina, son puntos importantes y obligados para quienes se interesan en cavernas submarinas, arqueología y ovnis. El Bernal, también conocido como Bernal de Horcasitas, es un volcán extinto en el municipio de González, estado de Tamaulipas, México. Su altitud es de 820 metros sobre el nivel del mar. Es un símbolo del estado por su aislamiento topográfico y su figura escarpada.
Por: Alejandro Basáñez Loyola
Autor de las novelas de Ediciones B: México en Llamas; México Desgarrado; México Cristero; Tiaztlán, el Fin del Imperio Azteca; Ayatli, la rebelión chichimeca; Santa Anna y el México Perdido; Juárez ante la iglesia y el imperio y Kuntur, el Inca de Lectorum.