Enfermedades, fracturas y cancelaciones. Ser fan de Blink-182 en México ha sido una de las cosas más desgastantes en los últimos años. Tras años de separación, el verano del 2022 vio a Mark Hoppus y Travis Barker anunciar el regreso de Tom Delonge a la alineación de la banda con un nuevo disco y una gira mundial que comenzaría en Tijuana, recorrería México, Latinoamérica y terminaría en Nueva Zelanda.
Una serie de presentaciones que en poco tiempo serían aplazadas y, en el caso de los conciertos en México, cancelados de nueva cuenta, tras ver a sus integrantes caer enfermos durante su estancia en la Ciudad de México en abril de este mismo año; una serie de infortunios que parecían crear la “maldición de Blink-182 en México” y que este fin de semana, la banda está decidida a terminarla cuando tomen el escenario del Estadio GNP Seguros.
En entrevista desde San Diego, California, DeLonge aborda con sinceridad la decepción y frustración de los fans y de los propios integrantes de la banda: “Fue muy doloroso, pero son cosas que pasan”.
La relación de Blink-182 y México va mucho más allá de estos conciertos, DeLonge, nativo de San Diego ha crecido bajo la influencia y cercanía de la frontera mexicana, su familia materna se comunica en español y desde su primera visita a nuestro país, logró una conexión única, una que se refleja en el coro de “Dance with me”, uno de los singles de su más reciente álbum, en donde se escucha el cántico de “Olé, olé, olé, olé” cual si fuera un partido de futbol.
La historia de Tom DeLonge y Blink-182 con México
“Crecí en San Diego, California, así que la cultura latina es enorme en San Diego. Del lado de la familia de mi mamá hablan español, el ADN latino lo tenemos por todas partes, la comida mexicana es mi favorita en el mundo. La cultura mexicana es prácticamente la mitad de la cultura en San Diego porque vivimos muy cerca de México. Así que cuando incluí el ‘olé, olé’, en la canción, siempre lo hice soñando en que en algún momento la tocaríamos en México, es la parte que todos se sabrían al instante”, cuenta Tom, vocalista y guitarrista de Blink-182.
Blink-182 ocupa un lugar especial en los corazones de todxs lxs fans de la música que crecieron a finales de los 90 e inicios del presente milenio. Para muchxs, Blink es mucho más que una banda, es un símbolo de identidad y de amistad. El accidente aéreo de Travis Barker y la lucha de Mark Hoppus contra el cáncer se convirtieron en elementos que más allá de redefinirlos como personas, terminaron fortaleciendo el significado de la banda.
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“Somos tres hermanos que durante más de 30 años han pasado por muchos altibajos, pero que lograron mantenerse unidos y ahora estamos en un lugar mejor en el que nunca habíamos estado. No podemos creer lo que tenemos. Estamos muy agradecidos. Nos sorprende cómo la banda sigue creciendo y creciendo. Es casi como si ahora todos lo entendieran, pero hace años, esto no era así. Creo que la gente pensaba, ‘Son puros chistes tontos. ¿Qué son estas canciones? ¿Qué es esto?’, pero ahora, parece que todos dicen, ‘Es una celebración de la amistad y de esa cultura de no pertenecer’. Para mí se trata de ser único, auténtico y encontrar tu lugar en el mundo”, dijo Tom.
En este punto de su carrera, DeLonge admite que hay una sensación de gratitud y madurez que hace que la banda esté en su mejor momento. La evolución de una banda de punk irreverente a un grupo con una madurez que se refleja en sus nuevas canciones, en sus conciertos en vivo y en su compromiso de cambiar su historia reciente con México, pagando la deuda a sus fans, pasando de la decepción a la redención, con un concierto que promete ser único, pues con su presentación en el Estadio GNP Seguros, estarán cerrando su gira mundial. Este regreso no es un final, sino una continuación que ―de acuerdo con DeLonge― promete entregar nueva música en los próximos meses.
Blink-182 se presenta este sábado 9 de Noviembre en el Estadio GNP de la Ciudad de México
Boletos disponibles en Ticketmaster.
