Aunque existen cientos de asteroides que se encuentran alrededor del Sistema Solar, recientemente los científicos de la NASA descubrieron un asteroide en específico que podría impactar contra la Tierra el 14 de febrero del 2046, aproximadamente a las 16:44 horas (horario del Este).
Según las estimaciones de la agencia espacial de Estados Unidos, la posibilidad de que el asteroide 2023-DW se estrelle contra la Tierra es de 560 sobre 1; sin embargo, la caída de este meteoro de 50 metros de diámetro en nuestro planeta podría implicar la destrucción de ciudades enteras.
Actualmente este cuerpo es el único que tiene una calificación de 1/10 en la escala de Torino, la cual categoriza el riesgo de que un objeto se estrelle contra la Tierra; mientras que el resto de los objetos tienen un puntaje de 0 sobre 10 en la misma escala.
Si bien el puntaje que tiene el asteroide implica que la posibilidad de que el mismo colisione en el 2046 es poco probable y no es una causa de preocupación pública; los científicos de la NASA y de instituciones similares aún deben seguir observando la órbita de este objeto para alertar sobre posibles riesgos.
¿Es preocupante la colisión del asteroide 2023-DW en el 2046?
De acuerdo con los científicos, las predicciones de la posible colisión del asteroide 2023-DW aún no son concretas, pues es necesario hacer más estudios a lo largo de las próximas semanas. Pero, según los expertos en muchas ocasiones la amenaza presentada por el objeto decrece conforme se realizan más observaciones.
Por el momento se sabe que el 14 de febrero del 2046 será el día en que el asteroide se encontrará más cerca de la Tierra, a una distancia de 1.8 millones de kilómetros. Y, además de este acercamiento, se predicen otras 10 ocasiones, entre el 2047 y el 2054, en las que este objeto se acercará al planeta, aunque el riesgo de una colisión es menor.
Si bien los científicos no categorizaron este evento como un motivo de preocupación, existen posibilidades de que el asteroide 2023-DW alcance el nivel 10 en la escala de Torino, lo que implica una “colisión segura”, la cual provocaría una catástrofe climática global que amenazaría el futuro de la civilización.
Ante uno de estos escenarios la NASA realizó la misión DART en septiembre del 2022, con la cual buscaba evidenciar que la humanidad está preparada para enfrentar amenazas por la colisión de rocas espaciales con cursos potencialmente desastrosos. En esta misión los científicos lograron cambiar la trayectoria de un asteroide mediante el choque intencional de una nave contra este cuerpo.
Este experimento muestra que, incluso ante una situación de verdadero peligro, los científicos aeroespaciales están preparados para modificar la ruta de los asteroides que podrían impactar contra la Tierra, y causar daños humanos y materiales irreparables.
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