Por Enrique López Vázquez, colaborador en Allenza
En la arena moderna del conocimiento, la inteligencia artificial (IA) y la inteligencia humana se encuentran en un punto de inflexión crítico del cual surge la reflexión si compiten o bien si deberían colaborar. Este cuestionamiento está evolucionando rápidamente de una confrontación temida a una colaboración bien articulada.
La coexistencia y el trabajo colaborativo entre las Personas y la Inteligencia Artificial se perfila cada vez más como factor crítico de éxito planteándonos las siguientes preguntas: ¿Qué rol juega cada tipo de inteligencia en este proceso de colaboración?
I.- Persona: Diseño de la Arquitectura de Colaboración.
El diseño de la arquitectura de colaboración comienza con la comprensión de que el rol humano no es ser reemplazado, sino amplificado y reconocer que las personas son esenciales en este proceso. Entre otras cosas, la inteligencia humana aporta creatividad, empatía y juicio moral; elementos que, por el momento, la IA no puede replicar.
El establecimiento de un marco de colaboración que defina claramente las responsabilidades, puntos de interacción y áreas de autonomía es esencial. Las personas deben seguir siendo los arquitectos de las estrategias, mientras que la IA proporciona herramientas para mejorar la ejecución de estas estrategias.
II.- AI: Potenciamiento de las Capacidades Humanas.
La IA, por su parte, es una fuerza de potenciación. Al asumir tareas repetitivas y procesar grandes volúmenes de datos, libera tiempo de las personas para emprender enfoques más estratégicos y creativos. La IA entre otras actividades, puede analizar tendencias, prever resultados y proporcionar recomendaciones, pero es la persona quien interpreta y toma las decisiones finales.
III.- Resultado Aumentado
Cuando una persona y la Inteligencia Artificial colaboran eficazmente, el resultado es el potenciamiento de las capacidades humanas. La capacidad analítica de la IA combinada con la intuición y la perspectiva humana puede llevar a la innovación más allá de lo que cualquiera podría lograr por sí solo.
La colaboración entre IA y las Personas no es un horizonte distante; es una realidad en curso que está redefiniendo la interacción global de los trabajos y nuestras vidas. En lugar de preguntarnos si la IA nos reemplazará, debemos enfocarnos en cómo puede complementarnos, mejorarnos y trabajar junto a nosotros para enfrentar los desafíos de hoy y de mañana. La colaboración estratégica entre la IA y la inteligencia humana no solo es deseable, sino imperativa para un futuro compartido exitoso.
Enrique López Vázquez es Ingeniero Químico; cuenta con una especialidad Ingeniería Industrial y Finanzas. Asimismo, tiene Maestría en Administración de Empresas por el Tecnológico de Monterrey. Cuenta con cursos de formación ejecutiva en Harvard, Stanford, Kellogg, EGADE Business School y el IPADE. Tiene una trayectoria de 35 años de experiencia en diferentes industrias. Se desempeña como Consultor Estratégico de Negocios y Dirección Empresarial en estrategias de alto impacto en Rentabilidad, Crecimiento y Liquidez. Adicionalmente, también se desempeña en Consejos de Administración y como Asesor de Empresas Familiares. Colaborador en Allenza.