Lánzate al Nido de Quetzalcóatl desde CDMX y hospédate entre un bosque de encinos, figuras de serpientes gigantes y espejos de agua.
Sueña en grande: Lánzate al Nido de Quetzalcóatl desde CDMX; un espacio rodeado de jardines, espejos de agua y arquitectura orgánica.
El acceso a la zona de hospedaje del Nido de Quetzalcóatl se logra por el lomo de la serpiente, pasando por un puente colgante que conecta a los departamentos, rodeado de jardines, un bosque de encinos y espejos de agua; un Universo creado por el arquitecto mexicano Javier Senosiain en el 2000. Checa cómo llegar desde CDMX.
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¿Cómo llegar al Nido Quetzalcóatl desde CDMX?
A sólo 30 minutos de la CDMX se encuentra este oasis de silencio y magia. Está ubicado en el Bosque de los Remedios de Juárez, en el Estado de México. Desde CDMX puedes tomar un camión hasta la FES Acatlán subiéndote en la línea 2 del metro y bajando en la estación Cuatro Caminos.
Después, puedes tomar un taxi o transporte privado hasta llegar al Nido de Quetzalcóatl; queda solo a 13 minutos del recorrido.
¿Cuánto cuesta hospedarte en el Nido de Quetzalcóatl?
Sí, no se permiten visitas al Nido de Quetzalcóatl sin antes haber reservado una habitación en su Airbnb; la cual tiene un costo de $7,669 por persona la noche. El departamento está equipado para que disfrutes tu estancia al máximo, tiene: 4 habitaciones, 3 baños, sala, comedor, cocina y centro de lavado.
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Dentro del precio de la habitación también se incluye pan, fruta, café y té de cortesía. El servicio de limpieza está incluido, limitado a un horario. Las zonas exteriores tienen diferentes jardines, pasillos al aire libre, espejos de agua y zonas comunales. Por otro lado, tendrás una visita guiada al Parque Quetzalcóatl, en un horario de 8:00 a 16:00; previa reservación con tu anfitrión.
¿Qué actividades puedes hacer en este mágico lugar?
Las habitaciones son minimalistas, sin embargo, su vista exterior es salida de un sueño surrealista. Puedes contemplar cada ventana como una entrada a nuevas perspectivas. Si buscas un espacio para meditar, caminar, hacer yoga, escribir y despertar tu creatividad, el Nido de Quetzalcóatl es el camino correcto.
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