En México, los sindicatos son organismos conformados por trabajadores o patrones, con el objetivo de realizar estudio, mejoramiento y defensa de sus propios intereses, según lo dicta la Ley Federal del Trabajo. Estas asociaciones son autónomas y cuentan con la libertad de crear sus estatutos y reglamentos, así como elegir a sus representantes.
Actualmente, existen tres mil 345 asociaciones de trabajadores registradas ante la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS), las cuales representan a alrededor del 10% de la población económicamente activa del país.
La informalidad laboral en México alcanzó el 55.2% de la población ocupada durante el tercer trimestre del 2022. A pesar de que estos datos apuntan a que la sindicalización es cada vez menor, según un estudio realizado por Jesús Rubios Campos, en 2017, esta sigue teniendo efectos positivos para los trabajadores:
- Menor grado de precariedad laboral
- Contratos más estables
- Mejores condiciones salariales
- Acceso a servicios de salud
- Acceso a prestaciones
En el aspecto económico, para las empresas, los sindicatos representan:
- Disminución de las tasas de renuncia
- Aumento en niveles de productividad
- Estímulo a innovaciones en los productos y los procesos
- Aumento de la capacitación dentro de la empresa
- Mejora en la probabilidad de una pensión digna
- Relaciones laborales más eficientes
Por otro lado, se ha apuntado que los sindicatos pueden tener las siguientes repercusiones negativas en la economía, mismas que han sido desmentidas por entidades como el Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE):
- Salarios que desequilibran el mercado laboral
- Desempleo
- Disminución del crecimiento económico e inversión
- Aumento de impuestos
