A través de siete salas, una experiencia inmersiva detalla lo importante que es no ignorar las señales que nos da nuestro cuerpo.
¿Alguna vez has pensado que el dolor no es malo? Algo que podría parecer tan paradójico tiene una sencilla y científica explicación, cuando aparece esa molestia significa que nuestro cerebro se percató que algo en el organismo no está bien y envía ese estímulo para que se le ponga atención y podamos tratarlo.
Aprende del dolor de forma inmersiva
A través de siete salas inmersivas y con el trabajo de diversos artistas, se plantea que el dolor es una de las características más humanas que pueden existir. A lo largo del recorrido, que inicia al saber por qué se genera el dolor en nuestro cuerpo, poco a poco se deja atrás el estigma que nuestra cultura le ha puesto por años.
Una guía virtual, creado ex profeso con IA para este espacio de descubrimiento, acompaña el camino de la expo Dolor: Un viaje inmersivo al alivio, la primer experiencia inmersiva que busca generar consciencia sobre este fenómeno, la cual, Natalia Cabrera Brand Manager contó a Chilango que se realizó para construir una comunidad más educada.
“Al tener conciencia de qué es y cómo funciona el dolor en el cuerpo, es más fácil identificarlo, diagnosticarlo y, por lo tanto, tratarlo correctamente para poder aliviarlo. El contenido educativo de la exposición está avalado por dos importantes colegios médicos: de la Asociación Mexicana para el Estudio y Tratamiento del Dolor (AMETD), y el Colegio Mexicano de Ortopedia y Traumatología”, contó Cabrera.
Aprendiendo del dolor con arte
A lo largo de la muestra inmersiva se pueden apreciar las obras que artistas mexicanos realizaron a partir de un dato curioso sobre el dolor así se ven las ideas de Inés de Antuñano con “Tránsito”, “Mental” de Osmani Conrod y Alejandro Herrejón presentó “Viaje inmemorable”.
A ellos se suman Madres con su “Fragmentación de las emociones”, Mónica Loyola con “Indolencia”, Emilia Schettino realizó “Palabras que relajan” y Hey Pogo logró la inspiración con “Refugio sagrado”. Cada una con reflexiones propias de lo que genera el dolor cuando “llega” a nuestro cuerpo.
Inés lo considera un “sexto sentido”, mientras que Osmani invita a escuchar música para reducirlo. Alejandro detalló que si un dolor dura más de tres meses puede afectar a nuestra memoria. En tanto, Mónica reveló que hay gente que padece la rara enfermedad de insensibilidad congénita que no los deja sentir dolor.
“Decir groserías puede reducir la intensidad del dolor que sufre una persona”, detalló en su trabajo Emilia y Pogo hace saber que “el amor puede generar un increíble efecto analgésico”. A todos ellos se agregan otras experiencias igual de profundas y “sanadoras”.
La voz del dolor
En esta caminata el dolor les hablará directamente a los asistentes, y a pesar de que se sabe odiado, invita a quien lo escucha a reflexionar sobre su razón de ser. Si el dolor no existiera, no sabríamos que algo anda mal en nuestro organismo, por eso, la invitación se enfoca en cuidarnos y siempre acudir al médico.
El viaje hacia el alivio se representa desde el inicio de la expo, por medio de los colores plasmados en una obra artesanal realizada a base de hilos, que demoró 120 horas de trabajo entre tres personas
Hablando de colores, se inicia el recorrido con un show de supresión de color, que es perfecto para tomarse selfies. Continuamos con sillas que ejemplifican las malas posturas que generan incomodidad y daño muscular y unas cabinas que modifican nuestros gestos según la intensidad del dolor que representan.
El “mapa del dolor” reveló que 425 asistentes (hasta ahora) padecen lumbalgia. Se conocerá la EVA, Escala Visual Análoga, que permite clasificar la intensidad del dolor, que es tan subjetivo y que se usa mayormente con niños porque tiene caritas, colores y números.
Esta expo es inclusiva, lo mismo con espacios para sillas de ruedas, banquitos movibles para que las niñas y los niños se sientan más cómodos en la experiencia y los paneles tienen subtítulos para permitir que personas con problemas auditivos puedan adentrarse en este universo.
En la sala “La tercia del dolor” se experimenta una “cirugía virtual en el brazo”, mientras se disfruta de cuatro obras de arte. Aquí se explican los tres tipos de dolor que podemos sentir con un lenguaje simplificado, pero con información médicamente precisa.
Al cierre de la experiencia hay un laberinto neuronal, que es un MUST para tomarse fotos increíbles y es la antesala para adentrarse a la mente, en donde escucharás una interesante conversación que te invita a dejar de estigmatizar y normalizar el dolor.
A la llegada de la sala “Alivio” te espera una gran sorpresa, acompañada de Dolo-Neurobión, aliado para el alivio del dolor.
Para el cierre con broche de oro en la sala 7: “El círculo virtuoso del alivio”, con unos audífonos y unos lentes de realidad virtual, a través de sonidos e imágenes que sorprenden, se llegará al relax total. Antes de salir un cartel con un corazón fluorescente, muestra la frase: “El dolor es humano”.
El dolor es algo que experimentamos casi todos los mexicanos. Es por eso, que el 50° aniversario de Dolo-Neurobión, analgésico creado en Tierra Azeca, se conmemora con esta increíble expo que no te puedes perder. “Queremos hacer conciencia que el dolor es algo que ocurre y tiene una finalidad. Debemos prestarle atención y tratarlo con la guía de un médico”, finalizó Natalia.
Dónde: Plaza Carso (Lago Zurich #245, Col. Ampliación Granada).
Horarios: Lunes – domingo de 12:00 a 20:00 horas.
Fecha: Hasta el 30 de abril.
Costo: Entrada sin costo, con un registro previo aquí o directamente en la taquilla
CONTENIDO HECHO EN COLABORACIÓN CON DOLO-NEUROBIÓN
http://www.chilango.com/ciudadania/salud/dolo-neurobion-exposicion-inmersiva-dolor/