Blue Monday no es solamente una de las canciones más famosas del grupo New Order, es también el día más triste del año, según la curiosa fórmula matemática ideada por el psicólogo Cliff Arnall en 2005. Arnall se propuso calcular por qué enero se considera el mes más melancólico y determinar cuál sería el día más desalentador de este período, considerando diversas variables que afectan el estado anímico de la población.

Las variables que Arnall tomó en cuenta incluyen el clima, el nivel de endeudamiento de las personas, el ánimo general después de las festividades de diciembre y la desesperación resultante de no cumplir con las resoluciones de Año Nuevo. La fórmula resultante, [C+(D-d)]TI / MNa, desglosa cada componente de la siguiente manera.

Fórmula del Blue Monday

• C representa el factor climático.
• D son las deudas acumuladas durante la temporada navideña.
• d es la cantidad de dinero disponible en enero.
• T indica el tiempo transcurrido desde que los Reyes Magos partieron hacia Oriente.
• I refleja el último intento fallido de abandonar algún mal hábito.
• M representa el nivel de motivación.
• Na expresa la necesidad de realizar alguna acción

¿Tiene base científica el Blue Monday como el día más triste del año?

Los especialistas cuestionan la autenticidad del Blue Monday como el día más melancólico del año, argumentando que la fórmula desarrollada por Cliff Arnall cae en el ámbito de la pseudociencia, ya que sostienen que la «depresión de 24 horas» es una conceptualización inexistente. 

No obstante, reconocen la existencia de una condición llamada Trastorno Afectivo Estacional (SAD), que representa una forma de depresión asociada a determinadas estaciones del año.  Entre sus síntomas se incluyen la tristeza, sensaciones de desesperanza, pesimismo e irritabilidad, así como la experimentación de baja energía y dificultades para conciliar el sueño.

El psicólogo Craig Jackson, profesor de la Birmingham City University, critica la idea de Blue Monday, señalando que, más allá de sus aspectos llamativos, puede tener consecuencias peligrosas para aquellos que enfrentan problemas de salud mental y pensamientos suicidas. Jackson sostiene que las emociones y experiencias de quienes padecen estas condiciones no están determinadas por el día del mes.

Además, el psicólogo destaca que la noción de Blue Monday debilita la compasión general y reduce la comprensión de estas condiciones por parte de las personas comunes. En su análisis, sugiere que Blue Monday presenta las luchas psicológicas y psiquiátricas como algo comparable a «sentirse un poco melancólico» y como situaciones transitorias, fácilmente superables.

¿Cómo superar el “día más triste del año”?

Aunque el concepto de Blue Monday carece de respaldo científico sólido, entendemos que el tercer lunes del año puede traer consigo un estado de ánimo decaído para algunos. Conscientes de la importancia del bienestar emocional, compartimos seis consejos prácticos que, aunque no son una panacea científica, han demostrado ser útiles para mejorar el ánimo y enfrentar este día con una perspectiva más positiva.

Conexión Social:

• Mantente en contacto con amigos y seres queridos. Las interacciones sociales pueden elevar el ánimo y proporcionar apoyo emocional.

Ejercicio Regular:

• La actividad física libera endorfinas, que son conocidas como las «hormonas de la felicidad». Incluso una breve caminata puede marcar la diferencia.

Prácticas de Mindfulness o Meditación:

• La meditación y el mindfulness pueden ayudar a reducir el estrés y mejorar el bienestar emocional. Dedica unos minutos al día para practicar la atención plena.

Planificación de Actividades Positivas:

• Establece actividades que te brinden placer y alegría. Ya sea leer un libro, ver una película o realizar un pasatiempo, tener algo para anticipar puede ser motivador.

Exposición a la Luz Natural:

• La luz natural puede influir positivamente en el estado de ánimo. Si es posible, pasa tiempo al aire libre durante el día para recibir luz solar.

Establecimiento de Metas Realistas:

• En lugar de cargar el día con expectativas poco realistas, establece metas alcanzables. Celebrar logros pequeños puede generar un sentimiento de satisfacción