Karime Aceves, cofundadora y directora administrativa de Grupo Tekkzu: Smart Design, no sólo es una líder en el sector de maquinados de alta precisión, sino también una apasionada practicante de la equitación. Con más de una década de experiencia en la silla de montar, Karime comparte cómo este deporte ha influido en su vida personal y profesional de maneras sorprendentes.

Iniciar en la equitación no fue una elección casual para Karime; fue una conexión natural con su entorno familiar, marcada por la influencia del polo que practicaba su familia en Guadalajara. Sin embargo, fue su propia búsqueda de un deporte que le permitiera compartir su amor por los caballos lo que la llevó a descubrir la equitación en Aguascalientes. Desde entonces, se ha convertido en mucho más que un pasatiempo: es una fuente de valores, aprendizajes y conexiones significativas.

“Tengo practicando equitación ya quince años. Inicié con esta disciplina por ser un deporte que se comparte con los caballos, algo que me encanta y apasiona”, señala.

Equitación y vida empresarial

El principal desafío que enfrenta en la equitación es la formación de un equipo sólido con el caballo. El binomio jinete y caballo requiere una comprensión profunda y la superación de desafíos diarios, ya que factores como el estado de ánimo del animal afectan directamente el rendimiento. Además, competir en diferentes pistas y enfrentar recorridos cambiantes añade una capa adicional de complejidad a cada competencia.

Karime no sólo ve la equitación como un deporte, sino como una fuente de valores transferibles a su vida empresarial. El liderazgo, el compromiso, la dedicación y la pasión que despliega en la silla de montar se reflejan en su manera de actuar en la esfera laboral. La disciplina de establecer horarios y la importancia de la planificación estratégica son lecciones aprendidas en el mundo ecuestre que ha incorporado con éxito en la gestión de su empresa.

“Este deporte me ha dado muchos valores, experiencias y aprendizajes. Me ha permitido conocer a muchas más personas que se han convertido en amistades[…] El networking que genera el ambiente del caballo es grande, tan así que inicié en mi carrera profesional por una oportunidad en la empresa de alguien que conocí en un concurso de equitación”, remarca,

Mirando hacia el futuro, Karime tiene metas ambiciosas en la equitación. Ha competido en varios estados de México y ahora aspira a enfrentar desafíos mayores, ascendiendo a categorías más exigentes. 

La historia de Karime Aceves es un testimonio de cómo la pasión por la equitación no sólo puede enriquecer la vida personal, sino también influir positivamente en la carrera empresarial. Su capacidad para integrar los valores ecuestres en su liderazgo y gestión empresarial demuestra que la diversidad de experiencias puede ser un activo invaluable en el camino hacia el éxito.