Cada vez se vuelve más común el uso de la Inteligencia Artificial en las empresas pues implica grandes beneficios, pero también representa retos desde un punto de vista ético.
En el marco del festival incMTY, Adrián Villaseñor —Co-CEO de Auronix— compartió que esta popularización viene de la accesibilidad y democratización de tecnologías como chats o inteligencias generativas que antes eran más complicadas de alcanzar.
Villaseñor explicó que la Inteligencia Artificial puede ser usada de muchas distintas formas en empresas para acercarlas a sus clientes. Por ejemplo, Auronix se enfoca en la creación de soluciones tecnológicas para sus clientes a través de canales como chatbots, agentes o procesos externos.
¿Cuáles son los beneficios del uso de la Inteligencia Artificial en las empresas?
Las empresas deben pasar por un proceso crítico de análisis para identificar en qué sector o actividad puede traerles beneficios la Inteligencia Artificial. Villaseñor señaló que aquellas enfocadas en los consumidores finales pueden aprovechar la optimización de procesos mediante el uso de chats.
Cuando las compañías identifican los problemas o preguntas frecuentes de sus clientes, es posible alimentar a una Inteligencia Artificial y disponibilizarla a través de un canal de comunicación para que participe en parte del proceso de atención al consumidor.
Este tipo de procesos pueden generar una mayor satisfacción al cliente, además de que reducen en gran medida los costos de las empresas.
“Esto resulta en una mejor atención que puede ser más efectiva y que puede ser automatizada, con costos mucho más marginales que tener a una persona contestando el teléfono”, indica el Co-CEO de Auronix.
Así pues, estas tecnologías tienen un impacto positivo en indicadores clave de rendimiento, como lo son las ventas, los costos y la satisfacción del cliente en los procesos de interacción.
¿Cuáles son los retos que representa la Inteligencia Artificial?
Como cualquier otra tecnología, la Inteligencia Artificial requiere de evaluaciones previas para asegurar que resolverá el problema que se quiere resolver. En este proceso, es normal que existan limitaciones y que se llegue a la conclusión de que se requieren otras soluciones.
De igual manera, otro de los grandes retos es el dilema ético que representan las Inteligencias Artificiales generativas. Por ejemplo, está el caso de los avatares digitales que tienen la capacidad de aprobar pruebas biométricas.
Sin embargo, Villaseñor afirma que la aplicación de estas tecnologías a través de chats de empresas se vuelve mucho menos riesgosa cuando se les alimenta únicamente con la información necesaria. Aquí es donde empresas como Auronix colaboran con los clientes para configurar sus data lakes y para establecer limitantes a las tecnologías.