De repente, de manera inesperada. Este es el significado literal de Out of the Blue, el título elegido para la edición 2023 del Blue Book de Tiffany & Co. La colección de alta joyería de este año está dedicada al mar y es más sorprendente que nunca. Por las gemas, los cortes y los diseños, podría seguramente estar en un museo, pero es posible admirarla en el octavo piso de la icónica tienda de la Quinta Avenida, The Landmark. Así se le conoce al histórico edificio recién salido de una espectacular restauración de cinco años que, para la ocasión, se ha poblado de estrellas de mar, conchas, corales, medusas y erizos. Out of the Blue presenta una larga serie de primeras veces.
Es la primera colección firmada por Nathalie Verdeille, Chief Artistic Officer of Jewelry and High Jewelry de la compañía fundada en 1837. Es la primera que ha sido concebida y realizada integralmente bajo el abrigo de LVMH, el gigante francés del lujo que, en enero de 2021, completó la adquisición de la marca. “Y es quizás la más especial”, explica Victoria Reynolds, Chief Gemologist y Vice President of Global Merchandising en Tiffany & Co., quien encarna un récord porque es la primera mujer en ocupar este cargo en el grupo. “Sin quitarle nada a lo que hacemos cada año, en este caso fuimos más allá gracias a una combinación única de gemas, artesanía extraordinaria y storytelling sublime. No podría estar más orgullosa”.
En Tiffany & Co. desde hace 36 años y hace tres como gemóloga, Victoria Reynolds es la mejor guía para este viaje a través de las criaturas acuáticas de una colección inspirada en Jean Schlumberger, el famoso diseñador de joyas francés que, desde 1956 hasta su muerte en 1987, colaboró con la marca. “Él construyó el palacio. Nosotros estamos abriendo las ventanas y permitiendo que el diseño fluya”, explica Vicky Reynolds. “Estas creaciones tienen la calidad y la personalidad de Schlumberger, pero el diseño es completamente nuevo”, le hace eco Anthony Ledru, CEO de Tiffany & Co.
“Estamos seguros de que habría sido tan feliz como nosotros con cada obra maestra”. Y la primera en honrarlo es la directora creativa Nathalie Verdeille: “Mi primer Blue Book es un chapuzón en la vida acuática que honra y reinventa la visión de Schlumberger; en la imaginación del diseñador francés, el mar representaba un mundo infinito y desconocido”. Su misión declarada, explica, era capturar las irregularidades del universo transformándolas en creaciones naturales y en movimiento. “¿Podría Schlumberger haber imaginado una colección de este tipo? Lo más probable es que sí”, continúa Reynolds, “sin embargo, técnicamente hablando, no podría haberla realizado. Hemos trabajado con CAD, un software de simulación 3D, y técnicos especializados en cortar gemas. La composición es muy complicada y súper precisa.
Creo que cada pieza de esta colección es realmente una maravillosa obra de arte”. Sin embargo, la tecnología, la IA de la que tanto se habla, en este sector se ve como un recurso, no como una amenaza. Para crear la colección Out of the Blue han sido necesarios dos años y el trabajo de cientos de personas. “Natalie y yo y nuestros equipos hemos colaborado para encontrar las gemas perfectas para la historia que queríamos contar para cada capítulo”. “La inteligencia de la gemología radica en la experiencia humana”, agrega Reynolds, quien resume de esta forma su oficio: “Pintar con piedras preciosas”. ¿Su pincel? Muestra sin dudas la lupa que lleva alrededor del cuello, “es un regalo del hombre (Melvyn Kirtley, ndr) que antes de mí fue Chief Gemologist durante tres décadas”. La historia de Out of the Blue se divide en siete capítulos: Shell, Coral, Jellyfish, Pisces, Starfish, Sea Star y Sea Urchin.
Para explicar su sofisticación, Reynolds señala la piedra azul colocada en el centro de una estrella de mar de diamantes, parte de un collar de platino con perlas de Akoya. “Esta es una espinela, una gema de colección muy rara y conocida por su extraordinario azul eléctrico. Hemos encontrado dos ejemplares hermosos. A Natalie le gustaron tanto que para esta colección me dijo: ‘Tienes que encontrar dos más del mismo color’. Le dije: ‘¡Es imposible!’. Dos semanas después lo logré. Tuve mucha suerte. Fue el destino”. A menudo, explica, lleva años encontrar las gemas deseadas, “especialmente si estás trabajando en una colección de cinco o seis piezas. Hay que ser muy pacientes para asegurarse de que el color sea el correcto”. Lo que hace la búsqueda aún más complicada es el hecho de que todas las piedras preciosas utilizadas son como Madre Naturaleza las creó. No se ha utilizado ningún tratamiento térmico para resaltar los colores.
Otra fuente de orgullo para Reynolds es la mecánica escondida en algunas de estas joyas, dice mostrando un collar de la serie Jellyfish: “No solo es hermosa, sino que tiene tentáculos que se mueven como los de una medusa: la artesanía detrás de esta pieza es realmente maravillosa. Para nosotros lujo no significa que algo tenga que ser caro, sino indica una creación que tiene un excelente diseño y una artesanía increíble”. Estos son los ingredientes que han llevado a Audrey Hepburn a hacer su desayuno con diamantes en Tiffany, a la primera dama Jackie Kennedy a lucir las joyas diseñadas por Schlumberger exclusivamente para ella y a convencer a Beyoncé en ser la cara de una campaña que celebra la alegría de ser uno mismo. “Tiffany es una marca moderna, elegante, enérgica y socialmente consciente. Todas estas mujeres representan la suma de estas partes”.