La necesidad de contacto humano estimula el MICE


El segmento MICE ha vuelto plenamente a la normalidad tras la pandemia, y en 2023 está previsto que los presupuestos que dedican las empresas a esta actividad crezcan un 5%, según recoge un estudio de Grupo Eventoplus recién presentado que pone el acento en los factores psicológicos como motivación de la organización de eventos. Entre ellos destaca el ‘Hig Touch’: las ganas de volver a tener contacto humano. Ahí radica todo.

Así, entre las razones esgrimidas para organizar distintos tipos de encuentros físicos encabezan la lista el hecho de “crear / consolidar relaciones” (48% de las agencias), “cuidar de los empleados / asistentes” (48%), e “impresionar, transmitir fuerza” (36%), seguido del hecho de generar contenidos (35%), según refleja el informe, que ya ha sido presentado en Madrid, Barcelona y Sevilla, y que muestra el efecto rebote tras un periodo de confinamiento y teletrabajo.

Los dos primeros puntos son los claros ganadores de este estudio, justificando la dimensión ‘High Touch’: “los eventos son ahora una herramienta de relación, de contacto humano, más que de pura comunicación”, lo cual, supone un cambio de paradigma. “Es un cambio lógico en un entorno donde confluyen la fragilidad mental, la necesidad de retener a empleados de incierta motivación, la carencia de contacto humano durante la pandemia, el teletrabajo”, ha sentenciado Eventoplus.

Siguiendo una tendencia que empezó antes de la pandemia, los eventos tienden a volverse más pequeños y especializados para el 74% de las agencias

Entre las ventajas de eventos más discretos destaca que “un formato pequeño permite interactuar, escuchar, cuidar al asistente”. Pero hay excepciones en ese concepto ‘small is beautiful’, la primera es que los grandes eventos donde confluye todo un sector, como un congreso médico o un evento tecnológico al estilo del MWC, tienen más sentido que nunca.

Además, otro tipo de evento donde se busca transmitir poderío, energía, entusiasmo, son los eventos internos “donde el hecho de congregar a toda la plantilla desconectada por el teletrabajo y con dudas sobre el futuro, funciona bien”. Mientras que los eventos externos “son los que se vuelven más pequeños, con una fiebre actual por los road shows, espacios pop up, back-to-back, que permiten ver a mucha gente troceando el evento en experiencias en pequeños grupos”, precisa el informe.

Se trata de “crear entornos en los que los asistentes impulsen sus propias experiencias: las agendas son fluidas” y el contenido es más breve

Y en los que “las horas de inicio son más tardías, los descansos más frecuentes, los almuerzos más prolongados, con oportunidades para establecer contactos que permitan experiencias autodirigidas”. En todo caso, un segmento que se ha visto tan amenazado durante la pandemia como los eventos vive ahora un “momento dulce”, al ser vistos como “más estratégicos que nunca por marcas que necesitan conectar con sus clientes, sus empleados, los influencers”, ha indicado Eventoplus.

Por otra pate, está la búsqueda y retención del talento, con el 66% de los proveedores afirmando que tienen dificultades en reclutar, y el 38% que les cuesta encontrar ‘freelances’. “Tras la gran dimisión, y ante una vuelta de los eventos fuerte y bastante repentina, saber encontrar, formar y retener talento se afirma como un gran reto del sector”, apunta el estudio.

MICE en tiempos de inflación

El crecimiento del mercado de eventos en un 5% es considerado “muy significativo”, pero el estudio sectorial del MICE señala que dependerá del nivel de inflación que se alcance, eso determinará si existe un avance neto, especialmente después de un 2022 que ha sido francamente bueno. El efecto de nuevos presupuestos cautos en un entorno de incertidumbre, “no se ve”, precisa el informe.

Las agencias organizadoras de eventos son más optimistas aún, con una previsión de crecimiento de su actividad de un 14% para este año

Según la gran mayoría de actores entrevistados (tanto agencias como proveedores), “no se consigue repercutir en los precios, llevando a una erosión de márgenes” apunta el 45% de los proveedores. De hecho, solo el 18% de ellos afirma haber podido mejorar sus márgenes, algo que hubiera sido lo lógico para todo el sector en un año de actividad fuerte, como fue 2022.

En un entorno de inflación, las empresas han vuelto a una política de control de costes rigurosa, y según las agencias, los concursos y las negociaciones “han vuelto de forma más dura aún que en 2019“. Así, el 47% de los organizadores de reuniones ven condiciones financieras más duras que las del último ejercicio prepandemia, contra solo un 7% que ve condiciones más flexibles.

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El 2022 ha supuesto ya una vuelta a la normalidad, con el 63% de las agencias alcanzado su actividad prepandemia. “Cuesta ver cualquier secuela“, a pesar de ómicron a principios del año pasado. De hecho, el éxito en este inicio del 2023 de grandes ferias como ISE (60.000 asistentes) y el MWC (88.000) indica una pandemia “digerida” y un efecto de sustitución por formatos virtuales casi anecdóticos.



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