Hace 60 años la gran pantalla nos regaló una de las parejas con más estilo y glamour de la historia del cine. Cary Grant y Audrey Hepburn, ambos coincidieron en la película Charada, una cinta que no envejece. De ese encuentro surgió una amistad que Audreycontó muchas veces con emoción, en especial durante un tributo a Grant en Hollywood, con unas palabras conmovedoras, “la amistad es acompañar, y para mí Grant es una persona muy especial que siempre fue un amigo, para él la amistad era generosidad, dar una sonrisas donde había lágrimas, confort cuando había miedo, fantasía y diversión. Un amigo nos da a nuestra vida, brillo y alegría, con amor y gratitud te digo tú eres un verdadero amigo”.
Un encuentro mágico, pero parece que en principio Cary Grant no quería hacer Charada con Audrey Hepburn por la diferencia de edad, el actor le sacaba 25 años a la estrella, pero hubo una química prodigiosa unida a un guion magistral, además de detalles de glamour como el vestuario de Hubert de Givenchy, que consagró a Hepburn como el icono universal del glamour y la elegancia, y para el diseñador la actriz fue su gran musa.
Sorprendentemente no aparecieron juntos en más películas. Charada (1963) de Stanlye Donen fue una obra maestra en la que Grant asume una docena de identidades y Audrey se enamora de todas, seduce Hepburn a su manera con frases como: “Yo no muerdo ¿sabes?… a menos que sea necesario”. Una parodia del mismo Hollywood, una genialidad. Esta obra magistral no ha perdido interés y sigue llena de humor, buena música, moda, romance y misterio. Aunque no obtuvo ningún premio Oscar, y solo fue nominada por la música. Cuando la rodó Cary Grant estaba en la última etapa de su carrera, con 59 años, un recorrido asombroso, que empezó en 1932 con La venus rubia.
Nacido en Bristol, Inglaterra, Alexander Archibald Leach, conocido como Cary Grant, se convirtió en el rostro cumbre de las películas de comedia y de misterio en la edad de oro del cine. Tras unos modestos inicios en el vaudeville y en Broadway, con apenas veinte años años, en 1932 dio el salto al cine. Entre su filmografía están Bringing up baby, (La adorable revoltosa o La fiera de mi niña), de Howard Hawks, Arsénico por Compasión, de Frank Capra, Historias de Filadelfia de Cukor y varias con Hitchcock como La Sospecha, Encadenados, entre otras.
Este gran seductor, seguro de sí mismo, “todo el mundo quiere a ese Cary Grant, incluso yo quiero ser Cary Grant”, afirmaba, fue discreto en su vida privada. Tuvo cinco matrimonios: Virginia Cherril, Barbara Hutton, Betsy Drake, Dyan Cannon y Barbara Harris. Pero se le relacionó con: Joan Fontaine, Grace Kelly, Ingrid Bergman y Sophia Loren. Amante de las carreras de caballos, experimentó con LSD y trató de ocultar una infancia dura. Cuando tenía nueve años su padre le dijo que su madre se iba a unas largas vacaciones, en realidad fue ingresada en un hospital por depresión. Pasaron muchos años hasta que Grant supo la verdad de su madre desaparecida y la encontró a los 56 años abandonada en una institución mental, de ahí la sacó para darle atenciones especiales hasta su muerte.
Su última cinta fue Apartamento para tres, Walk, don´t run, y decidió dedicarse al mundo de los negocios, su biógrafo Sterling señalo que era uno de los hombres de negocios más astutos y audaces del mundo del cine. Ejemplo universal del gran gentleman, Audrey Hepburn siempre recordaba con cariño su amistad, “Cuando te veía, abría los brazos de par en par, te abrazaba, sonreía y así era como sabías que te quería”. Para muchos, después de Charada terminó la edad dorada del cine.